Hay pieles que por más que las cuidemos siempre se enrojecen ligeramente con la limpieza facial.  Estas pieles necesitan mucho mimo, cero de alcohol y sustancias tan suaves y frescas que les hagan cosquillitas al aplicarlas. Así es el tónico de malva, una mezcla natural exquisita, tremendamente calmante que mima y acaricia tu piel. Un gustito para tu cara.

La malva contiene mucílagos que hidratan la piel y la suavizan, ablandan los tejidos endurecidos y lo dejan terso y jugoso, calman las rojeces y mejoran la textura y el tacto seco y rugoso.

Y el olor es increíble, nos trae recuerdos de los campos de naranjos del Mediterráneo, por un lado el espléndido olor floral del azahar y por otro el intenso y refrescante toque de las hojas del naranjo, una mezcla relajante y reconfortante.

Si después de la depilación tu piel se queda enrojecida e irritada utiliza el tónico y notarás como tu piel te lo agradece, y si lo has guardado en la nevera y está fresquito pues mucho mejor.